lunes, 23 de abril de 2007

¿Incompetencia crónica ó simple villanería?

Lo de levantarte cada día para responder por las incompetencias de otros, es jodido. Después de mucho meditar, he llegado a la conclusión de que no se trata de que todas esas personas de las que se quejan los clientes o los propios dirigentes de la empresa, sean seres intrínsecamente malvados, sino de un fallo de la sistémico en uno de los aspectos de la persona.

Creo que si decides construir vehículos y sacar muuucho dinero con ello, tu responsabilidad moral, adulta y madura te exige que respondas como es debido a los defectos crónicos de tus productos. Lavarse las manos o no responder a los clientes es una actitud de lo más pueril y lamentable y yo no lo considero otra cosa que una disfunción del sistema de competencia personal. El problema es, que resulta más fácil y ventajoso ampararse tras una pantalla de teleoperadores que se coman las ostias, mientras sacas nuevas campañas publicitarias para atraer a la gente, en vez de invertir ese dinero en dar soluciones a aquellos a los que le estás jorobando la vida. Y todo simplemente porque esa inversión en publicidad atrae nuevos clientes potencialmente compradores, mientras que emplearlo en solucionar problemas de aquellos que YA gastaron su dinero, es más o menos como tirarlo.

Así pues somos testigos de que a día de hoy lo verdaderamente importante no son las personas ni el bienestar de los demás, si no llenarse el bolsillo de dinero a más no poder y exprimir el sistema legal al máximo para que sirva a estos propósitos de aumentar, hasta reventar, el margen de beneficios.

Como auto-respuesta a la pregunta del encabezado, por recomendaciones del médico me quedo con la primera, pues aumenta mi autoestima en detrimento de la que siento por esos otros y se rebajan mis índices de misantropía, todo ello claro con el consecuente beneficio para mi salud derivado de la generación de ondas positivas y la omisión de aquellas más negativas.

LXXVI. La noche

Lenguas de ardiente sol que gritan desconsuelo,
la penumbra cubre la tierra
y de azabache tiñe el cielo.

Rugido itinerante de esa bola incandescente
que por su amor al puro firmamento,
cae llorando, cae inerte.

El calor se va agostando,
la vida viva se entumece,
la mortaja de obsidiana cubre el mundo,
las criaturas bastardas cobran vida
y la luz desaparece.

Enredado en su eterno delirar,
miro absorto el cielo y las estrellas
de este cielo embovedado,
que clama soledad y que ansía liderar
este aire impío y gastado.

El color queda enterrado
por la escarcha de la muerte,
que a su paso domina y cubre
como un tapiz voraz e irreverente.

Dios solar que de vida preñas al mundo,
¿Dónde queda relegado tu poder?
¿Donde hallarse puede tu otrora magia
si cobarde enmudeces hasta desaparecer?

Dios solar que languideces,
¿Qué retazo de vida me dejas
cuando el terror de la noche me envuelve,
cuando caigo presa de su gracia
y su manto de locura salvaje
me posee y envuelve?

La Fiesta

Odiaba las celebraciones, y más aún aquellas que tenían por objeto enaltecer o ensalzar mi propia persona. Siempre he visto como un ridículo ejercicio de futilidad estas reuniones “compromisales” en las que la gente se reúne con una excusa vacua y diáfana. Ya desde pequeño y pese a ser colmado de regalos, veía sin sentido las reuniones familiares propiciadas por la llegada de mi cumpleaños, que siempre he considerado referente del paso del tiempo y del tímido acercamiento de una más que ineludible muerte.

La última exposición de fotografía fue todo un éxito y se convirtió en el empujón definitivo para hacerme un hueco en el estrellato de aquella pequeña ciudad que se hallaba apartada de la civilización, en mitad de la nada. El ricachón de la ciudad, cuyo pasatiempo preferido para despilfarrar dinero era organizar fiestas, había decidido que mi súbito ascenso a la escena local le interesaba suficientemente como para poner en práctica su número de exhibición de falsa amistad, ese que consistía en premiar con una fiesta al incipiente famoso y poder salir así al día siguiente retratado con él, en actitud fingidamente cordial, en las fotos de la prensa.

Gentileza de mi nuevo amigo al que aun no conocía en persona, un cochazo de esos largos y oscuros me recogió en mi domicilio para llevarme entre algodones hasta la mansión de estilo moderno del archipastoso. Ya en las inmediaciones se presentía el alboroto organizado por los fotógrafos que se agolpaban frente a la verja como cachorros hambrientos pujando por atrapar en sus bocas una mama.

Mi anfitrión estaba allí, atrayendo la atención sobre sí, henchido de prepotencia y vanidad. Casi prefería ni imaginar la de mentiras que ya habría contado sobre nuestra nula relación. Salí de la limusina reajustando mi traje y de tras posar un pie en tierra los objetivos de las cámaras fotográficas giraron hacia mí al unísono como cabezas de gacelas aterradas por la cercanía de un depredador. Todas aquellas aberturas que apuntaban hacia mí parecían ojos indiscretos e inhumanos que miraban sin mirar poniendo a prueba mis acciones. Mi temperatura corporal montó considerablemente y todo movimiento se convirtió en una maniobra difícil y calculada susceptible de aprobación por parte de mis observadores. Una caída sería fatal...

Anduve con paso firme. Cada movimiento hacía parecer que aquellas piernas pesaban toneladas. Cuando llegué a reunirme con aquel que con tanta ansia me esperaba, cientos o quizá miles de impactos de flash habían reducido ya mi percepción de la realidad a meras formas burdas y deformes. “Mi amigo” me agarró por el hombro y como a una marioneta me posicionó allí donde debía estar para corresponder con lo anteriormente retratado en con otros foto-asaltos. Ambos sonreímos y yo básicamente me dejé llevar.

En algunos minutos los paparazzi quedaron atrás mientras caminábamos hasta llegar a su morada. Un generoso ventanal, de muchos metros de largo, mostraba el movimiento sinuoso y delicado de muchas personalidades que ya tuvieron su momento de gloria fotográfica en anteriores e idénticas celebraciones en “su honor”.

Una vez dentro, la tenue iluminación caracterizada por pequeños focos rojizos y la agradable música suave de piano, me condicionaron lo suficiente como para pensar que aunque fuera una patética idea, al menos tendría la ocasión de pasar una ocasión agradable. Pronto los rostros de personalidades ya consagradas de la ciudad me mostraban deferentes sus sonrisas, haciéndome sentir estúpidamente parte de ellos, de su grupo de élite social que tanto he repudiado siempre. Después de todo, me dije que no era demasiado malo si juzgaba por mí mismo y disfrutaba un rato. Escrutaría a la gente y trataría de atraer la atención e interés de alguien que pudiera ayudarme en mi carrera para consolidarme aquí y dar el salto a una gran ciudad. Era una idea repugnante en sí misma, pero era mejor no lamentar el desaprovechar oportunidades. Después de todo, ¿quién no ha chupado unos cuantos culos o incluso pollas? Quizá el fin justifique los medios...

El tiempo avanzó deprisa pues pronto atraje la atención de todos y cada uno de los presentes. A fin de cuentas yo era el protagonista y todos parecían conocedores de ello. Palabras desmesuradamente amables, sonrisas lascivas que podrían encerrar otras intenciones y que se mostraban igualmente rostros femeninos como masculinos. Aquellas gentes resultaban inexplicablemente cercanas y agradables. Lo más extraño de todo es que todos sin excepción daban la inquietantemente sensación de ser sinceros, y esa situación despertaba una incómoda sospecha en mi interior.

Las copas y los canapés se fueron acabando, la hora de la cena llegó y rápidamente nos fueron conduciendo hasta el comedor. El lujo cobraba en él su más clara representación; las paredes eran de mármol rosado rematado con columnas negras como el infinito. La mesa era magnífica, grandiosa, llena de cubiertos de plata escandalosamente brillantes, y rematada por una lámpara de araña, apagada, coronaba por incontables trozos de cristal y absurdas filigranas que debieron enloquecer a su hacedor. Había otra mesa de un lujo mucho menor situada cerca de la pared en perpendicularidad con la otra que estaba cubierta por un manto escarlata que ocultaba misteriosos manjares. La iluminación provenía de unas discretas velas situadas en las paredes, que transmitían un ambiente íntimo y encantador.

Distraído, deambulé por detrás de las sillas de ébano sin percatarme de que mi sitio ya estaba asignado, presidiendo tal homenaje a la suntuosidad. Me senté tímido, como pensando que hacía algo indebido a pesar de ver mi nombre allí escrito con letras cargadas. Pero por algún motivo me sentía como aterido por una sensación de torpeza y vergüenza infinitas que me impedían hacer un solo gesto con la esperada naturalidad, como si cepos de carne sudorosa me retuvieran.

En unos instantes los todos los comensales estaban sentados, como si tal ejercicio fuese algo de su costumbre. Hablaban por lo bajo con sus vecinos y dejaban escapar algunas miradas traviesas en mi dirección que me hacían ruborizar. Entró en escena nuestro anfitrión y todos guardaron un silencio sepulcral e incondicional de súbito y al unísono. Los instantes transcurrieron mientras las miradas de los presentes eran atraídas hacia el lado de la habitación que se hallaba en oposición diametral al lugar que yo ocupaba. Acto seguido hizo aparición un tipo encapuchado de torso generosamente musculado y desnudo, que se situó entre la mesa de la comida y la pared captando la atención de todos los comensales. “Para ser cocinero o camarero tiene un estilo particular”, pensé.

Con un gesto rápido y enérgico quitó la manta que cubría la mesa. Mi sorpresa fue total cuando lo que se descubrió bajo ella no era comida sino una mujer, joven, desnuda y atada con grilletes por las muñecas y los tobillos. Su piel blanca nívea contrastaba con el ébano de la mesa y su cabeza reposaba indicando que al menos se hallaba inconsciente. El hombre encapuchado a cogió de la barbilla y meneó su cabeza como si fuera un sonajero, con total falta de delicadeza. La chica abrió los ojos como con desorientación y miró en derredor. Enseguida su mirada se transformó en pánico mientras sus ojos orbitaban en todas direcciones. O era muy buena actriz o realmente le aterraba aquella situación. Abrió la boca, gesticulaba y mostraba sus dientes como tratando de gritar, pero ningún sonido brotaba de aquella garganta. El encapuchado cogió un hacha de carnicero enorme que debía pesar toneladas. El anfitrión habló y de pronto las caras de todos los presentes me regalaban su mirada demente y una sonrisa malsana.

-Es hora de que nuestro nuevo invitado participe en el banquete, o forme parte de él...

sábado, 21 de abril de 2007

Celebraciones cristianas...

No, no voy a reafirmar mi condición de ateo que despreciando y vejando por escrito esta ni otras de las, por mí tan odiadas, religiones. Eso quizá en otra ocasión (risas de esas de malo maloso)... Simplemente, me llama la atención como la hipocresía y la corrusión (mezcla de corrosión y corrupción) comercial llega a todos los putos lados de manera tan flagrante.

Y es que celebrar una comunión cuesta una pasta, del orden (según leí por ahí) de entre 2000 y 3500 euros; a saber: el convite, el trajecito inútil que sólo se pone una vez en la vida, la iglesia... En definitiva mucha pompa y mucha mierda, para que a la postre no sea más que un circo en el que los padres se flipan magnificando una celebración que en origen tiene un fondo religioso.

La religión se ha culturalizado y comercializado (entre otras perversiones) en algunos aspectos, de modo que estas comuniones al igual que otras celebraciones se han convertido en algo que la gente hace sin tener la más mínima mota de fe en ello. Es triste llevar a un hijo a un acto religioso por el cual no puede decidir, pero más aún es que en ocasiones ni los propios padres sean verdaderos creyentes, y gasten una fe de ateísmo práctico. Es una pantomima y una burla a la verdadera cristiandad y la gente que verdaderamente profesa esa fe. Es un ejemplo más de cómo el ser humano lo desvirtúa todo, y de cómo se hace negocio de todo cuanto lo que se puede deglutiendo la voluntad o la capacidad de decisión de las personas. Tal es la sociedad de consumo, tal es nuestra realidad como país de primer mundo grgrgrrrgrgrgrgrgrgrgr se man quitao las ganas de seguir escribiendo.

La Fiesta nacional, ¡vivan los toros y viva España!

Cayó ante mis ojos la noticia del niño ajusticiado por un toro gracias a que su padre decidió que la legislación Española no era lo suficientemente buena para él, y prefería adelantar un par de años el enfrentar a su hijo a la muerte. No sé si me horripila más que esta barbaridad carnicera se perpetúe en España (¡ole!) sin visos de ser prohibida, o el hecho de que un imberbe de 14 años, sin voluntad ni personalidad sea quien por propia iniciativa (curioso dato que su padre fue torero), decida lanzarse a estas prácticas patéticas y aberrantes.

Yo le daba 40 guantazos al padre y el doble al hijo, revés y envés alternativamente para aprovechar la inercia del movimiento, a ver si como producto y el efecto de este tratamiento cinemático/dinámico, se le aireaban los pensamientos, les volvía el riego a los lóbulos frontales y la cordura se despertaba en sus engurruñidos cerebros. ¿Cómo es posible que en los tiempos que corren que esta vergüenza para España aún exista y no contentos con eso encima haya gente que todavía lo avale? ¿Con qué derecho nos quejamos de los comportamientos de otros países si nosotros mismos nos hacemos esta publicidad al mundo, en la que decimos: SOMOS RETRASADOS?

El niño puede aseverar que ésta es su pasión (tal idea me parece simplemente vomitiva), y puede estar convencido de ello, pero sigue siendo un niño y estoy más que seguro que la mayoría de las facetas de su personalidad distan mucho de estar edificadas, o de por lo menos haber evolucionado mínimamente desde la puerilidad. El cerebro necesita tiempo para madurar, y a esas edades la moralidad prefabricada que se inculca en esta sociedad, muy probablemente no ha hecho efecto del todo.

Que un niño de 14 años no sea capaz de apreciar la vida de un animal y de respetarla como se merece es algo muy grave, porque eso quiere decir que no protegemos su inocencia suficientemente. Al final acabará tirado en el ruedo sangrando como un cerdo, con decenas de “asesinatos taurinos” a sus espaldas, y para colmo casi analfabeto. Si dios levantara la cabeza...; me cago en mi puta misantropía.

miércoles, 18 de abril de 2007

Adiós

Esto es una especie de circular. Circular no como adjetivo sino como nombre. Una misma carta dirigida a diferentes personas en la que lo único que cambia es lo referente al destinatario. Vosotros. Mis amigos.

Siento no haber hecho el esfuerzo de escribir una diferente para cada uno, pues todos la merecéis, pero no tenía las ganas y el arrojo necesario para emprender tan costosa tarea. No costosa no en lo referente a pasar por el trance de escribir durante largo tiempo, no, afortunadamente la vida aún no me ha hecho tan indolente como para soslayar tal nimiedad; sino para afrontar la idea de tener que hacer una carta personalizada para cada uno, en la que obviamente habría más personalización que el estúpido hecho de plasmar el nombre correspondiente con la afectuosa despedida de rigor, lo cual implicaría centrarme un poco en la persona, las cosas referentes a nuestra amistad, y un conjunto de circunstancias en las que prefiero no pensar, pues si lo hiciese quizás no sería capaz de llevar a cabo mis actuales determinaciones.

De todas formas siempre puedo esgrimir una absurda excusa para que ninguno de vosotros se sienta mal, porque aunque muchos no quieran reconocerlo, en el fondo todos sois (somos) unos egoístas y lo único que se satisface al yo escribir una despedida individualizada, es el sentiros alguien por la mera circunstancia de referirme a vosotros explícitamente. Prueba de ello es esa pequeña desazón que quizás os invade en este momento (en caso contrario es que no me tenéis aprecio, bastardos), ya que al no remitirme de manera individual, quizás pensáis que no me vale el esfuerzo hacerlo, o que no tengo nada que contaros en éstas mis últimas palabras, y razón no os falta ya que si no, lo haría sin duda (quien quiere hacer algo encuentra un medio, quien no, encuentra una excusa). Pero quizás podéis plantearos que si esto último fuese verdaderamente cierto no me estaría molestando en escribir esta jodida mierda, ¿no?.......Para no seguir extendiéndome, pondré la excusa para que os sintáis un poco mejor:

La verdad es que tengo mucho que decir a cada uno de vosotros, pero no podría hacerlo pues necesitaría cien cartas como esta, y no dispongo de tanto tiempo para escribirlas. Además, bien es cierto que prefiero callar muchas de esas cosas, pues así en los momentos de soledad podré nutrirme de algunas de ellas para expiar mi frustración cuando la concentración de ésta en mi ser torne a ser excesiva. Otra razón es, que aunque muchos de vosotros no os conocéis ni os conoceréis nunca y algunos os conocisteis mal, sabed que todos estáis muy juntitos en una de las parcelas que aún conservo de mi corazón, y no sería justo que os dispensara un trato individualizado, cuando lo que pretendo con esto es llevarme allí donde voy ese recuerdo de conjunto.

Ampuloso ¿verdad? Pues aunque pueda parecer cierto no deja de ser una basura, pues las palabras se las lleva el viento y los actos son los que hablan por las personas. Lo normal es que me recordéis como el excéntrico amigo que un día se marchó y del que nunca supisteis nada, que no debió sentir ningún aprecio por vosotros (egoísmo una vez más) o simplemente encontró algo mejor pues nunca volvió. Al lugar que voy sólo puedo ir solo, de ida y supongo que no de vuelta. Mi alma gemela que no existe recorrerá un camino semejante bajo similares circunstancias en algún momento de su vida.

Y ahora me despido, pero no para siempre, pues quizá en el futuro nos encontremos en algún lugar o plano de existencia (sea lo que sea seguro que será mejor que éste), y espero que no me guardéis rencor, pues todo lo anteriormente dicho sobre el egoísmo es aplicable en su totalidad a mí el primero, pues si yo lo pienso es por algo y no hay lugar para la hipocresía en este escrito.

¿Qué eres si no estás rodeado de personas que te conocen y valoran tu persona? En el fondo sin nuestros conocidos no somos nadie. Yo necesito dejar de ser quien soy.

Hasta siempre.
(Noviembre del 2002)

martes, 17 de abril de 2007

Privilegios asumidos

¿La evolución del pensamiento y la valoración de las necesidades están sujetas a un desarrollo progresivo ligado a la madurez? La importancia de las cosas en muchos casos es subjetiva además de relativa y a menudo esta sociedad de consumo nos empuja incluso a sentirnos frustrados por no gozar de bienes materiales completamente innecesarios. Lejos de establecer una argumentación a cerca de esta flagrante y triste realidad, explicaré una situación referida a mi persona y mi consecuente evolución de enfoque.

Pasó que, durante una época de aproximadamente dos años, tuve una lesión en mi rodilla izquierda. Cosas de la testarudez, no quise ir al médico contentándome con una actividad deportiva intermitente para darle tiempo de arreglarse cada vez que hacía uso de ella y volvía a dolerme. Tratándose de un arte marcial, el no uso de mi pierda izquierda durante tanto tiempo no sólo me impidió progresar con ella, si no que perdí las capacidades adquiridas y en cierto modo limitó otros desarrollos globales comprendidos dentro de la práctica de esta disciplina.

Aquella situación se prolongó de manera cíclica y alterna en períodos de dolor e inactividad hasta que decidí no utilizarla durante mucho tiempo. En ocasiones me torturaba pensar en aquello, pues si había contraído algún mal crónico, muy probablemente no podría recuperar la movilidad de mi pierna para aquellos usos marciales. Llegué a sentirme tremendamente mal pensando en ello en muchas ocasiones hasta que un día que volvía a mi casa, no recuerdo de donde, vi algo que cambió mi visión. Era una pareja no demasiado mayor aunque con una particularidad, y es que en lugar de ir cogidos de la mano por la calle o uno al lado del otro simplemente, ella empujaba la silla de ruedas en la que se sentaba él. Soy consciente de que he presenciado escenas semejantes decenas de veces antes pero por algún motivo en aquel momento, aquel día, me sentí terriblemente mal. En ese momento me di cuenta de lo egoísta que había sido en mis pensamientos. ¡Yo quejándome de no poder dar patadas a causa de mi rodilla cuando hay gente que ni si quiera puede andar! Tras el instante de callada reflexión y rabia a consecuencia de la injusticia “divina” que como a mucha otra gente, confinaba a este hombre a una silla de ruedas, me di cuenta de lo asombrosamente afortunado que era. Yo podía andar, saltar, correr y hacer deporte si abusar de aquella rodilla, mientras que otra mucha gente estaba privada de esos privilegios.

Aquello cambió en gran medida mi forma de ver el mundo y de enfrentarme a la vida. No me he hecho más conformista con ello, mi me regocijo en el hecho de ver a otros disminuidos, pero he conseguido dar un valor más justo a muchas de las cosas de la vida cotidiana. Lo que quiero decir es, que en ocasiones damos demasiado valor a cosas que no son para nada importantes o necesarias, ya sean materiales o de otra naturaleza y que de vez en cuando hay que saber ponderar lo que tenemos y deseamos para centrarnos.

Sin que realmente venga a ser exactamente lo mismo, expongo la cita de un gran amigo y que decía algo más o menos así: “si tienes un don o una capacidad, debes, tienes que aprovecharla, porque se lo debes a aquellos que carecen de ella”.

lunes, 16 de abril de 2007

¿Propina? ¡Yo también quiero!

Recuerdo como desde niño cada vez que dejaba un bar ó cafetería, mis padres o tíos dejaban alguna monedilla para el camarero. Durante todos estos años he aceptado con extrañeza tan curiosa costumbre. Aun siendo pequeño, curioso yo, pregunté a mi madre: Pero, ¿por qué? Y ella me dijo: Porque cuando el servicio es bueno se le dejan algunas monedas. Y me quedé tan a gusto con aquella escueta explicación durante bastantes años.

Con un poco más de madurez y aquella respuesta ampliamente caducada volvió a mí la duda. ¿Por qué? ¿Y porqué sólo los camareros? ¿Acaso no hay montones de personas que desempeñan empleos en los cuales prima el trato con el cliente? Parece que hay otros que también las reciben, butaneros, los peluqueros tienen una hucha en la peluquería, los botones del hotel....; aunque sobre todos ellos destacan los camareros. Pero… ¿y todos los demás? Los panaderos, los que atienden en los bancos, los que atienden a los ancianos en los centros geriátricos, la gente de la limpieza, los dependientes de las tiendas, los que te llevan la compra a casa... ¿y los teleoperadores de los centros de llamadas que conforman el servicio táctico de atención al cliente para tantas empresas? En mis tiempos de teleoperador, entre cliente borde y cliente irritado, recuerdo muchos otros satisfechos por la información dada y por el trato: “muy amable Francisco, un saludo”. En ocasiones (pocas) no faltaron los elogios, ¡pero no vi ni un duro extra! Ningún cliente me dijo: “estoy muy agradecido por su atención, ¿cómo puedo enviarle una propina?” Nunca me pidieron mi dirección, ni mi cuenta de paypal para mandarme pelas o hacerme una transferencia ¿Porqué esta discriminación hacia el resto de los trabajos? ¿Qué hace a los camareros tan especiales como para que la gente le de la propina? ¿Y donde se originó esta costumbre igualmente practicada en Francia, Inglaterra, Alemania y en dios sabe cuantos otros países?

En las largas noches de verano, esas en las que no se puede dormir por el calor que te pega a las sábanas, y en las que la mente llega a un estado de entendimiento superior en el cual pueden desvelarse todos los misterios por irracionales que parezcan, descubrí la razón:
Mi teoría es que gremio de los camareros está conectado con una red secreta que consigue fondos a través de las propinas. Una organización atemporal y mundial que a modo sectario recauda pelas desde el inicio de los tiempos para propiciar un cambio en la realidad del mundo, una conspiración global que espera el momento adecuado para actuar. Si contamos todo el dinero que se ha ido sustrayendo poco a poco desde el principio, podremos imaginar que la cantidad de dinero ha de ser cuanto menos exagerada. En este momento revelador en el que muchos genios y villanos de la historia han ideado como llevar a cabo los más destacados momentos de la historia, el cansancio pudo conmigo y no pude impedir que un Morfeo númida, grandote y musculado (¡en mi caso si era el de Matrix!) me acogiera en su seno.

Al día siguiente volví a contestar al teléfono como siempre, recibí a algún otro cretino como siempre, y algún que otra deferencia también. Al margen de estúpidas imaginaciones, casi me daban ganas de pedir mi merecida propina.

Link relacionados:
http://www.universoe.com/social/articulo/economia/46_propinas.shtml
http://solo.infames.org/odio-dar-propinas/ (hay que bajar un poco para verlo y, la cita de Reservoir Dogs es curiosa)

sábado, 14 de abril de 2007

La razón

Erich Fromm dijo: "La razón, la bendición del hombre, es a la vez su maldición". Y yo me pregunto: ¿Podemos calificar de bendición a aquello que nos ciega, que nos obstina, que nos engaña, que impregna nuestros pensamientos y saturan nuestros sentidos con reflexiones vanas e innecesarias, que en ocasiones se reflejan en las más excéntricas exaltaciones de la pateticidad humana?

El ser racional es un alarde de triste egocentricidad, pues siempre se ha considerado el centro de todo cuanto ha descubierto, o de aquello que ha creído conocer. Orgulloso y engreído, siempre ha ostentado la responsabilidad tan ingente que representa creerse centro, dueño y señor del mundo. Sin embargo, alienados por un escollo insalvable los animales permanecen allí, supuestamente sometidos por algún tipo de jerarquía divina y sobrenatural. Si hablaran estoy seguro de que se les encasquetarían unos cascos y un teléfono y los pondrían a coger llamadas en los call centers... Pero, ¿acaso no son en verdad los llamados a ser testigos de la lenta y progresiva destrucción de la estirpe humana perpetrada por ella misma desde lo más profundo de su inconsciencia? ¿Qué nos da la razón que nos hace superiores? ¿Disgustos? ¿Engaños? ¿Capacidad destructiva?

Aunque no lo queramos creer, aunque no seamos capaces de admitirlo, aunque no podamos si quiera imaginarlo, somos para nuestra desgracia los más débiles seres que conocemos. Aquel animal desdichado, condenado a sufrir la irracionalidad a la que ha sido sometido tan cruelmente, puede ser dañado físicamente, podemos provocarle un dolor espantoso, incluso la muerte. Pero en cambio el ser humano, ser supremo, amo de toda la creación concebido con el único propósito de gobernar sobre el resto de seres vivos que pueblan la faz de la Tierra porque es superior; no sólo puede ser herido de ésta misma manera, sino que además puede ser herido de otra aún peor, terriblemente peor, tanto que algunos acaban con su vida por no poder soportar este pesar. Mientras que el dolor físico se disipa con el tiempo, el otro puede dejarte una marca tan profunda, que resto de tu vida vivas atormentado por su culpa. Gracias a él podemos experimentar sensaciones atroces que marquen nuestra vida y la suman en la más profunda y ominosa desesperación.

¿No es verdad pues que somos más débiles que cualquier otro ser? ¿Qué nos hace superiores? Supongo que por lo menos eso no.

La razón condiciona nuestra vida en tanto en cuanto es la responsable de todas nuestras desgracias. Ella es la causante, por ejemplo, de que ames a alguien que no te corresponde, además del dolor que esto te provoca. ¿Somos superiores si sufrimos en silencio un amargor tan grande como el de suspirar por un amor inalcanzable? ¿Somos superiores si la muerte de un hijo provoca el hecho de perder las ganas de continuar con nuestra propia vida? ¿Somos superiores si tenemos que hacer unos esfuerzos ingentes de asimilar que nuestro propio padre ha intentado abusar de nosotros o asesinarnos? ¿Lo somos?

¿En que consiste la vida, pues? ¿En encajar uno tras otro cada vez más doloroso golpe? La razón nos condena, nos condiciona, nos hace débiles, y lo peor es que nos hace darnos cuenta de todo eso. Entonces somos testigos de nuestra propia penitencia, impuesta desde lo más profundo de cada individuo, arraigada en lo más hondo de nuestra existencia. Y yo me pregunto: qué nos espera contemplando este pensamiento que nos trae desde otro mundo la extraña impresión, de que el ser humano avanza ajeno y sin esperanza hacia el nauseabundo, apesadumbrante e inexorable final al que la razón nos condena con su instinto de autodestrucción. ¿Acaso hay algo peor que eso? Yo creo que no.

viernes, 13 de abril de 2007

Seremos muchos viejos en 2050

Según las previsiones, en 2050 España será la población más envejecida del mundo con un el mayor porcentaje de personas con más de 60 años.

Lo que más miedo me da de todo esto es pensar en las medidas que piensa tomar el gobierno para dominar las posibles consecuencias económicas de que se deriven de esta tesitura. Porque algo habrá que hacer, digo yo.

En Granada (y no sé si en otros reinos de España), que somos muy adelantados, hace ya algunos años que se empezó a aplicar una medida para ir haciendo descender el número de ancianos. Antes había unas fuentes (de agua potable) a las cuales se podía acceder cómodamente doblando un poco la espalda, que paulatinamente han sido sustituidas por otras de acceso más complicado. La técnica que hay que desarrollar para beber de estas fuentes requiere una forma física de la que carecen bastantes de nuestros mayores y que más claramente implica tanto una dobladura dorsal más pronunciada que la necesitada anteriormente, como una torsión cervical simultánea para poder acceder al agua mientras se presiona un duro botón. Además, el acceso al caño de agua de manera perpendicular, hace bastante complicado evitar que la mayoría de ésta acabe repartido por todas las partes de la anatomía humana excepto allí donde se busca que acabe, esto es dentro de las paredes del estómago. Para completar sus cualidades cabe decir que el chorro tiene una potencia considerable, con lo cual salpica bastante. De estas circunstancias se esperan 2 efectos directos y uno indirecto:

1º Como producto de la flexión dorsal y la torsión cervical así como de la complejidad de combinar esta maniobras con el consecuente esfuerzo dinámico que implica pulsar el durísimo boton, desestabilizar al anciano para hacerle caer tratando de conseguir así la trágica rotura de cadera que deriva tantas muertes entre la población de avanzada edad.

2º El efecto colateral del empapado, sumado al frío invernal (para aquellos que estén en una buena forma que les permita no caer), busca la proliferación de patologías por la consecuente merma del sistema inmunológico.

3º El diseño de las fuentes propicia que otros seres vivos, véase perros, gatos, ratas, lagartos mutantes, etc, tengan un acceso más evidente al “cañote” por donde sale el agua, siendo susceptible esta circunstancia de propiciar la transmisión de agentes víricos o bacterianos para los que nuestros ancianos, con un sistema inmunológico en ocasiones más deteriorado, no puedan hacer frente y desarrollen alguna enfermedad.

Bueno ya veis que desde el reino de Granada ponemos nuestro granito de arena, así que a ver si vamos haciendo lo mismo por el norte.
El tema no se queda en nuestra frontera, ciertos estudios aseguran que la población de Europa envejecerá mucho, en especial en Alemania y Rusia y que para paliar las desastrosas consecuencias de no tener suficiente dinero para pagar las pensiones de los trabajadores de hoy, la mano de obra china, india y la africana en especial, serán de vital importancia si las cosas no cambian pero ya.

jueves, 12 de abril de 2007

Sacándole partido a los discapacitados…

Está claro que cualquier tipo de abuso hacia otra persona es algo claramente condenable, pues actuar de mala fe para sacar un provecho de otro en cualquiera de sus formas es un comportamiento inicuo en sí mismo. Lo que ya es del todo imperdonable es que el objeto de dichos abusos sea la figura del niño (utilizado en valor neutro), pues carecen de la madurez y el conocimiento de saber en muchos casos que se les hace algo inadecuado, o peor aún (peor en cuando a maldad del ejecutor) que se les doblega contra su voluntad con las posibles consecuencias traumáticas que esto puede acarrear.

La verdad es que remover esta “mierda” es poco agradable, pero si ya es grave todo esto en sí, ¿qué pasa cuando el objeto del abuso no sólo es un niño sino además es discapacitado? Por lo visto han pillado a unos padres en Madrid que violaban a sus dos hijos con discapacidades mentales, y que además invitaban a la fiesta a un vecino que pagaba por asistir...

Todo esto es una de barbarie claramente injustificable, que duda cabe, pero estos abusos y otros como el maltrato o los trabajos forzados, todos susceptibles de dejar secuelas irreparables en la edificación de la persona, pueden quedar reducidos a simples anécdotas si prestamos atención a un echo sobre el que la ONU acaba de toparse y que horripila con solo imaginarlo. Se trata de que Al Qaeda está utilizando niños que presentan deficiencias mentales como niños-bomba. Es sencillamente bestial. Desde luego no me parece en absoluto tolerable que esta gente quiera inmolarse en nombre de su fanatismo desbocado, ya que el hacerlo normalmente conlleva la muerte de otros, pero una cosa es reventarse así mismo y otra muy distinta hacer que lo haga otro que además es un niño discapacitado y sin conocimiento de lo que va a suceder. Ya no se trata de que le coman la cabeza para inculcarle esas pervertidas patrañas religiosas extremas por las que se supone que se guían para sus actos, si no que son capaces de una cobardía y abyección terribles para tan incalificable y alevoso acto. Ni todas las absurdas creencias religiosas del mundo pueden justificar ni respaldar tales acciones. Estamos llegando a límites de barbaridad que sólo creí posibles en la más depravada ficción. Puedo decir con pesar, que para mí es una de las peores cosas (si no la más terrible) que he escuchado en mi vida.

No hay palabras. Para esto no.

Links a la noticia:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Qaeda/utiliza/ninos/deficientes/atentados/elpepuint/20070412elpepiint_7/Tes

http://www.elmundo.es/especiales/2003/03/sociedad/hacia_la_igualdad/noticias/2007/04/noticia2030html.htm

Aumenta la Censura interáutica en China

Al parecer reporteros sin fronteras ha advertido de un aumento al bloqueo de páginas extrajeras (para China) y señalan que Google, Yahoo y Microsoft ya han acordado autocensurarse siendo así de los únicos que ofrezcan servicios en este país, aunque por el momento sólo Google y Yahoo han firmado acuerdos al respecto.

Hincan también que han aumentado el bloqueo a dos páginas francesas (Dailymotion y Canalblog) además de aquellos sitios on line (supongo que se refieren a los de ventas on line) que no han negociado su entrada en el mercado chino.

Exractos:
“ una búsqueda de 'Tiananmen' en la versión china de Google no da enlaces a páginas que hablan sobre la matanza de 1989. Pese a todo, el servicio de blogs de Google, Blogspot, es bloqueado con frecuencia en China”.
“Otros populares servidores de bitácoras, como Xanga, Wordpress o LiveJournal, han sufrido o sufren bloqueos, y en el futuro se teme que aumente el número de compañías extranjeras afectadas”.
RSF acusa además a China de ser el país con más periodistas y 'ciberdisidentes' encarcelados por intentar ejercer su derecho a la información (unos 50)”.

Como no podía ser de otra forma en un país como China, la lacra de la censura ha llegado (no sé exactamente cuando) hasta, el sumun del la revolución de las libertades y la información: Internet. Es raro, que viendo el desarrollo y crecimiento de esta maravillosa herramienta, no hayan decido atajar con anterioridad el acceso de la gente a la red, pero de raiz y a saco.

Este caso es un buen ejemplo para decir: “la mayoría no se equivoca” (cita que en muchos casos es más que incierta…), pues gracias a Internet cualquier persona en cualquier lugar del mundo puede exponer ideas, pensamientos, fotos, videos…, o cualquier otra forma de comunicación que desee. La libre circulación de la información en la red es la peor y mayor enemiga de cualquier gobierno. Yo supongo que a estas alturas cada país tendrá incluso sus propias estrategias de desinformación para controlar lo que llega a un cierto número de personas (como la politización o afiliación de ciertos medios de comunicación no sólo a tendencias políticas sino incluso a partidos), pero ni aún así pueden luchar contra el vulgo, que basto e ignorante se abraza con nuevos deseos a su nueva arma, su nueva revolución.

A todo esto se halla ligada también la cultura. Hace unos años, si querías aprender algo, muy problablemente necesitaras invertir dinero además de tiempo en conseguirlo, mientras que hoy en día gracias a Internet y a esas figuras caritativas y bien intencionadas llamadas Hackers, muchos tenemos acceso a la basta red de conocimientos de que se compone nuestra realidad. Cada vez hay acceso a más información, más gente sabe más cosas y eso es claramente algo que no le interesa a ningún gobierno, pues cuanto más bajo es el nivel de cultura más fácil es manipular a la gente.

Es triste que en el momento histórico actual en el que no encontramos, seamos testigos de esta flagrante privación de libertades de que son objetos en China, y lo más jodido es que en lugar de hacer presión de alguna forma, ciertas compañías se bajan los pantalones. Como por desgracia esto de internet es demasiado nuevo y no hay una legislación consistente en casi ningún sitio (nunca he entendido porque la maquinaria legislativa es tan soporíferamente lenta para ponerse a funcionar), supongo que hablar de derechos humanos en todo es poco menos que absurdo.

Harina de otro costal es que por lo visto quieren limitar el tiempo de juego en línea a 3 horas para aquellos que son menores de edad. Esta postura ya es más respetable, porque se trata de evitar que sufran adicción a los juegos en línea, pero… ¿para qué están los padres? Y si quieren vetar esto porque engancha… ¿qué hay de las drogas legalizadas? ¿por qué no limitan también el número de cigarros por día 5? ¿O a un número máximo de alcohol en sangre? ¿Qué sucede que en los mayores de edad si está justificado el abuso irresponsable sobretodo tratándose de sustancias potencialmente nocivas que SI tienen un efecto adictivo a nivel químico?

miércoles, 11 de abril de 2007

LXXV. Lluvia (III)

El agua cae mientras miro el horizonte.
Un cielo color ceniza vierte lágrimas negras
mientras pronuncio tu nombre.

Dulces lágrimas del cielo que,
presurosas corren a unirse a las mías,
resbalan, danzan, retozan,
y purifican mi cuerpo.
Más el dolor de mi alma lo dejan dentro.

Árboles hay testigos
de mi pena y mi destino.
Más no desisto.
Por hallar tu aroma perdido
en el aire, me encuentro listo
para la muerte o el peor de los destinos.
Si no pudiera volver a verte
esta vida carecería de sentido.
Sin poder mirar tus ojos de nuevo
no me queda más fin que el olvido.
Si no te hallo entre mis brazos
¿para que quiero mi cuerpo?
¿Para que quiero estar vivo?

Agoto las horas bajo un cielo azul plomizo.
El agua ya me ahoga y no siento pena ni dolor
por mi destino, pues lo que verdaderamente
duele es no volver a estar contigo.

Eres mi vida y sin ti perezco.
No hay más deseo que tú,
ni más premio que en mi pecho,
sentir tu aliento
mientras hacemos el amor
en mi solitario lecho.

04/12/04

martes, 10 de abril de 2007

La SGAE, la nueva inquisición internáutica

Desde luego parece que no podemos pasar más de 10 años de historia sin que nadie pretenda quitarle al pueblo poderes que se ha ganado.

Por lo visto y según la asociación de internautas, el anteproyecto de la Ley del Impulso a la Sociedad de la Información (que bien que suena y que mierda más grande es) pretende “proteger los derechos de los titulares de la propiedad intelectual frente no sólo a portales de Internet, sino a ordenadores particulares”; lo que quiere decir entre otras cosas programas p2p como emule u otros tantos que se usan para el intercambio libre de archivos entre usuarios. Esto llevaría a posibilitar infracciones si se aprueba el uso de estos programas por parte de un usuario determinado, como ya se hace en otros países como Francia. La asociación de internautas dice que “el anteproyecto convierte a la SGAE y entidades análogas en órganos 'judiciales' capaces de calificar como ilícito y culpable la actuación de un usuario y a los prestadores de servicios en empresas al servicio de estos supuestos jueces, encargadas de retirar los contenidos 'ilícitos' por obra y gracia de unas organizaciones privadas". Por lo visto tal debate gira en torno a una posible filtración de datos de dicho informe ya que al parecer ni el Consejo de Estado ni el Consejo Asesor Técnico de la Sociedad de la afirman haber hecho públicas estas informaciones.

Desde luego lo de la SGAE es muy pero que muy fuerte. Ya hace algunos años gracias a sus protestas de niños consentidos consiguieron que se añadiera una tasa para aumentar el precio, no sólo de los cds, si no de todos los sistemas de almacenamiento informáticos, en concepto de piratería. Vale, es una cantidad ridícula pero, ¿qué derecho tiene esta gente a cobrar porque yo me compre un disco duro para guardar datos? Lo más ridículo es que pocos autores españoles me interesan a mí como para guardar cosas suyas, así que en mi caso, me encuentro pagando a una gente de la cual no estoy descargando nada. Alucinante.

Suponiendo que esta filtración sea cierta… ¡jodidos cabrones! Se supone que los autores artísticos son personas dotadas de una sensibilidad, cultura y visión en ocasiones por encima de los demás. ¿Quién o que pervierte estas cualidades de tal forma que se vuelvan contra nosotros, su propio público? Los responsables de la piratería no somos los usuarios, ni las empresas que con su tecnología lo ponen a nuestro alcance, ni internet que esta pensado para navegar y disfrutar en libertad. Son las jodidas compañías discográficas, editoriales, distribuidoras y demás, que dan un beneficio irrisorio a los creadores de las obras mientras que ellos se embolsan el grueso del capital. Tienen muy poca vergüenza desde luego, y al parecer, como los autores no son capaces de volverse contra ellas (dios sabrá porqué) se vuelven contra nosotros.

Yo creo que el futuro pondrá muchas cosas en su sitio. Independientemente de las medidas legales que se tomen y dado que estas grandes compañías no quieren renunciar a los beneficios que engordan los vientres de unos cuantos, yo vaticino que estas empresas con sus prácticas caerán. Cada vez son más artistas los que se deciden por la autoedición-publicación con un mínimo esfuerzo y dinero. Además puedes promocionarte tú mismo en internet y distribuir contenidos como música de manera gratuita y cobrar sólo por conciertos. La mentalidad de la gente está cambiando y ya hay muchísimas personas que hacen su música o sus libros en su casa sin necesitar a estas macro empresas amasalotodoyexprimeartistas. Fin.

Correo basura hasta en el móvil

Desde luego ya no saben que hacer para joder a la gente. No tememos bastante con los spam en los correos electrónicos como para que encima nos lleguen al móvil.

Ya me imagino un día en el futuro...

Te levantas por el ruido del despertador e instintivamente miras al techo. Allí ves en la pantalla de plasma ese rostro agradablemente andrógino (ya sea hombre o mujer), que programaste, cómo te invita a levantarte con dulzura mientras imágenes subliminales se deslizan sin que te des cuenta calándote hasta la médula. Vas al cuarto de baño a asearte y ves la publicidad aleatoria aparecer sin cesar en los azulejos. Allí se repiten uno tras otro innumerables anuncios con montones de colores y otros reclamos diseñados para que tan sólo fijando tu atención unas décimas de segundo, impregnen tu subconsciente. Podías haber comprado aquellos con diseños personalizados, pero eran tan caros que no te hubieras podido permitir el camastro y parte del mobiliario..., así que pasas con la cabeza baja mirando al suelo para entrar directamente a la ducha “express”, y escuchar agradables melodías patrocinadas por marcas de jabones, geles, champús u otros productos cosméticos.

De camino al metro pequeños robots volantes con reproductores tridimensionales acosan a los transeúntes mostrándoles publicidades variadas. Algunos parecen incluso entusiasmados, ya que como para cualquier compra toda empresa registra todos tus datos, miles de estos ficheros son vendidos a otras empresas, para que estos artefactos voladores puedan reconocer tu rostro mostrar publicidades basadas en los centros de interés que han sido configurados según tus compras....

Ahora en serio, lo peor de todo es que estos mensajes no son de publicidad, si no mensajes para sacarle dinero a la gente. Por lo visto se hacen pasar por personas interesadas en quedar contigo incitándote a que respondas. El precio de estos es del doble o más, y algunos logran suscribirte a un servicio de envío de mensajes sin tu consentimiento (a saber cómo lo hacen) del que después es macanudamente complicado desprenderse. Así que hay que prestar atención a mensajes sospechosos cuyo remitente sea un número de 4 dígitos, ya que te la puede meter doblada.

lunes, 9 de abril de 2007

"Prohíbo la propaganda gay por mis creencias como hombre"

Esta frase está presuntamente adjudicada al ministro de la educación de Polonia, el también presidente de la conservadora liga de familias polacas, y que es por lo visto su justificación a la prohibición expresa de hablar de homosexualidad en las escuelas, así como de hacer propaganda de ello. ¿Propaganda homosexual?

Lo absolutamente flipante de esto es que se pueda tan siquiera expresar una prohibición semejante. ¿Quién es quien para prohibir de qué hablar? Casi podría comprenderlo si se tratase de temas claramente inadecuados, como apología del nazismo, o alentar la violencia de género. ¿Pero hablar de la homosexualidad? ¿A donde vamos a llegar?. ¿Qué cotas de estupidez está dispuesto el ser humano de cubrir cada día? ¿Hay una competición y no he visto el anuncio? El desgraciado fondo de esto no es que tal individuo, o el partido al que pertenece hagan apología de ideas tan retrógradas que atentan contra los pilares de los derechos fundamentales de las personas, si no el tipo dice que por lo visto la mayoría de la población está de acuerdo con este tipo de medidas. Tanto como si es cierto como si no, está claro que hay un problema en Polonia, pues o la gente está fatal de la cabeza allí, o simplemente tienen a un ministro que habla por ellos mintiendo. También hay polacos que dicen que no es así, que la gente no está de acuerdo con él, que este tipo es objeto de burla constante, y que le quedan 3 telediarios.

Con la incorporación de Polonia y tal situación, parece que Europa trate de rivalizar con EEUU en cuanto a materia de incoherencia se refiere. Demasiado heterogénea en ciertas ocasiones y posturas demasiado alejadas como para poder hallar puntos comunes creo yo... Personalmente considero que entre los requisitos para ingresar en la Unión Europea deberían tenerse muy en cuenta los factores ideológicos de un país (o gobierno en el poder), y no solamente los económicos; ya que impone sanciones y normas para los países miembros en cuanto a materia económica, ¿porqué no hacerlo a nivel ideológico? ¿No será porque la “Unión Europea” no es más que un eufemismo que trata de enterrar el verdadero significado de aquella Unión Económica Europea que se formó, y que sólo cambió el nombre por decoro en concepto de forma pero no de fondo? Y lo que es peor, ¿hará algo esta unión por cambiar esta desgraciada realidad? ¿O todo se quedará en un grito sordo desde Bruselas, argumentando que tal medida va contra los derechos humanos?

Estoy cansado de estas mierdas “modales” que van turnando de un tema a otro, harto de ver como la política utiliza (en España y fuera de ella) muchas cosas que no debería para sus fines o cómo se mete en cosas en las que jamás debería.

Tampoco se trata de dejar elegir libremente, porque parece estar claro que la homosexualidad no se elige, si no de respeto y aceptación. Cada cual es como es y por muchos heterosexuales que haya en un país, siempre habrá homosexuales en una cierta cantidad. Esto, por suerte o desgracia para muchos, siempre será así. Marear más la perdiz de la homosexualidad, sea en el sentido que sea, incluido el hecho de plantearse si merecen o no un determinado derecho, es hacer un flaco favor a todas las personas que tienen esta condición y que son susceptibles de ser discriminadas de alguna forma. Si seguimos hablando de que la homosexualidad debe ser aceptada como normal, evidenciamos que no es así pues si no se hablaría de ello.

Para colmo como justificación a este fantoche no se le ocurre otra calificación más discriminatoria que decir que se basa en el “derecho natural”. Viendo el tema de manera objetiva, libre de prejuicios de moralidad, podríamos llegar a admitir que la sexualidad no es normal, que no es natural ya que como método reproductivo la naturaleza se ha edificado (en la mayoría de las especies creo) en dos sexos que han de aparearse. Incluso podríamos ir más allá diciendo que se trata de una equivocación, o de un fallo genético si eso satisface a muchos como explicación (por ejemplo yo soy zurdo y eso se considera un problema de lateralidad. No me importa si es normal o no lo es mientras no se me discrimine por ello). Pero es que ese no es el problema, no se debe entrar a valorar las causas o si es lícito o no. Sencillamente es que es ASÍ; ocurre y si es así es porque está comprendido dentro de la naturaleza, no fuera de ella y por tanto merece todos los respetos que el resto de ella. Así que no me jodan con “derecho natural”…, vaya basura de argumentación de pajillero quinceañero. Hay otras putas miles de cosas que sí van contra el derecho natural, y si no, no hay más que echar un vistazo a las religiones, grandes entendidas en las ideas y maniobras discriminatorias en las que se regocijan.

La operación Ataud de semana santa se destaca con éxito con 102 muertos en carretera

A lo que hay que sumar 57 heridos graves y 34 leves según supuestos datos aportados por la DGT.

Al parecer mucha gente piensa que las carreteras son el máximo culpable. Ya me imagino a un pegote de alquitrán de la talla de un hombre y con forma humanoide arrollando a los vehículos, o decapitando a los motoriastas con una señal de ceda el paso que es blandida cual hacha. ¿Hallase visto tontería semejante?

Estoy seguro de que si fuera todo el mundo en bicicleta no se mataría casi nadie. Lejos de echarle la culpa al vehículo, que mal que me pese, como el alcohol no es más que un catalizador, habrá que echar la culpa a los usuarios digo yo. Además cae por su propio peso señores (utilizado con valor neutro), pues si cogemos un punto en el que se produce un accidente mortal, podemos constatar que por ese punto han pasado miles de personas que no se han matado. ¿Qué hace diferente a los involucrados en este accidente y a todos los demás que no se mataron si la carretera y el asfalto son los mismos? Cierto es que en ocasiones factores ajenos al conductor se acoplan: la máquina hace un extraño, la visibilidad no es la mejor posible, el factor humano no está a la altura en ese momento preciso, y por que no, el asfalto no esta fino fino. Quiero decir que estoy seguro de que como causa aislada y en determinados casos el piso ha decidido bastante en un accidente, pero insisto, creo que sin duda hay otros factores añadidos y que como cúmulo de estos sobreviene la tragedia.

Con un asfalto regular e incluso malo y circulando según las normas de circulación, esto es respetando todas las indicaciones y en especial las limitaciones de velocidad, normalmente no se mata nadie. Incluso aun pasándose algunas indicaciones por el forro, el sentido común y la prudencia deben ser los últimos cauces para sentarse al volante y evaluar las condiciones contextuales de la conducción en ese momento, véase: climatología, visibilidad, asfalto, estado del vehículo, vehículos adyacentes, y la atención a la conducción.

Quizá también es interesante pensar que hay otros factores que pueden tener su influencia:
-Estrés: Hay peña que vive estresada. Es la moda, así que en el coche van estresados, protestando por todo con una atención que disminuye al tiempo que aumenta, de manera inversa y proporcional, las ganas por llegar al destino.
-Alcohol: Cae por su peso.
-Distracción: Cada vez hay más maneras de distraerse al volante, otra de las taras de la tecnología. El móvil, la conexión del manos libres, el testigo que marca algo y da un pitido, la sintonización de la emisora que se ha perdido, el radio-cd que escupe el cd o simplemente no quiere leerlo…

En cualquier caso yo sigo creyendo que el factor humano es decisivo. Cada vez hay más vehículos, cada vez son más seguros y cada vez hay más muertos; o el estado de las carreteras empeora a una velocidad meteórica, o la conclusión lógica es que cada vez hay más insensatos al volante. De manera necia pues, seguimos echando la culpa al estado de las carreteras, esa actitud infantil del que proyecta la falta sobre cualquier cosa menos sobre sí mismo por miedo a la verdad. Incluso me atrevo a decir que tener un accidente es complicado, pues los sistemas electro-mecánicos de seguridad activa que hoy se instalan en los vehículos hacen muy difícil el accidentarse, a no ser que no se tengan los reflejos demasiado mermados, claro. La distancia de frenado de un vehículo equipado con el sistema de antibloqueo de neumáticos ABS (anti block system si no mal recuerdo) hacen que esa masa de metal se detenga sin derrapar en un tiempo absolutamente alucinante, razón por la cual es tan importante mantener esa distancia de seguridad con el vehículo anterior. Si además pensamos en los accidentes con varios vehículos involucrados, hemos de dar cuenta de que cada uno de ellos muy probablemente tenga la oportunidad de evitar la colisión, o al menos de ahorrarse su participación.

Así pues creo que si cada vez hay más insensatos al volante y por tanto quizá donde falle la teoría mágica de evitar las muertes no sea en penalizar, si no en prevenir. Yo votaría porque se instaurara una asignatura de educación vial, pero en plan gore. La aconsejaría en la edad de los 14-15 que creo yo que es un buen momento para adoctrinar a la peña, pues los adolescentes son influenciables, maleables y hacen gala de carencia exagerada de personalidad y voluntad (sólo en la mayoría de los casos). Lo suyo sería unas pocas horas a la semana y sobre el contenido propondría cosas verdaderamente bestias, a saber: estudios dinámicos basados en test de conducción de vehículos sobre la deformación de los habitáculos y los impactos para el ser humano; visionado de reconstrucciones de accidentes mortales, así como videos y fotos reales del resultado; comentarios de texto sobre escritos de gente que se ha hecho papilla y están en una silla de ruedas gracias a una imprudencia; y análisis de testimonios de gente que ha perdido a un ser querido o que han sesgado la vida de otro. No se trataría de inculcar miedo (¿o sí?), si no de prudencia, responsabilidad, sentido común; de enseñar que las consecuencias de una imprudencia son más reales y duras de lo que creemos y que en definitiva son verdaderamente espeluznantes y trágicas.

Reserva virtual de palabras

El otro día leí una de esas noticias que me hacen un poco feliz y que me acercan a la falsa sensación de que todavía hay esperanza para ciertos individuos de la raza humana. Por lo visto dos escuelas de escritores, una en Madrid y otra en Barcelona, han tomado la iniciativa de crear una reserva de palabras en desuso para que no caigan en el olvido definitivo.

El mecanismo funciona de manera que aquel que crea que una cierta palabra apenas se usa y corre riesgo de desaparecer puede acudir a uno de estos dos sitios para “apadrinarla”:
www.ateneubcn.org/apadrinaunaparaula/
www.escueladeescritores.com/apadrina-una-palabra
La veda está abierta hasta el 21 de abril y a partir del 23 del mismo mes (coincidiendo con el día dellibro) entrará en funcionamiento el portal www.reservadepalabras.org para uso y disfrute de todo friky lingüístico que se precie.

El motivo determinante para tan interesante propuesta es preservar la variedad lingüística de la lengua que al parecer se está empobreciendo en los últimos tiempos. A día de hoy dicen haber recibido más de 4000 palabras desde más de 42 países.

A mí la idea me parece maravillosa, yo que soy un “palabrofílico” (a pesar de que no conozca muchas y es por eso que me las invento), veo esta iniciativa como un punto interesante para luchar contra la ignorancia y la iletralidad en la que nos sumergimos poco a poco. Bien es cierto que la lengua está en movimiento, surgen palabras nuevas y se van apartando otras, pero llegados a un punto, ¿por qué no vigilar ese crecimiento? Igual que un niño el lenguaje puede necesitar de unos cauces para que no se deteriore en exceso, si se permite la expresión.

La idea es genial pues es un paso más que interesante pero considero que insuficiente. La riqueza del lenguaje se apoya en el vocabulario, pero la calidad del mismo radica en otros aspectos tales como la sintaxis y la puntuación. En estos puntos la realidad es cruda y desagradable: la gente no sabe escribir. Mucha gente logra recordar la manera de hacer una multiplicación o una división (bueno quizá no tantos), pero ¿por qué la gente no recuerda como hay que escribir correctamente? Me consta que se enseña, o por lo menos se intenta; nadie dice que cada ciudadano haya de desarrollar aptitudes literarias, pero hacer un uso sintáctico y de la puntuación más o menos correctos no es una empresa fuera de toda lógica.

Siempre he pensado que no se hace el hincapié necesario en la asignatura de lengua pues para bien o para mal, de todas las cosas que se estudian en colegio e instituto, la única que seguro vas a necesitar el resto de tu vida es el lenguaje, y además a diario. La comunicación es esencial en todas las facetas de la vida y si bien la comunicación oral pasa más inadvertida que la escrita, bien es cierto que hay maneras de hablar y maneras de hablar; pero la expresión escrita... En mis tiempos de teleoperador no sólo contestaba al teléfono como una máquina vacua y repetitiva, si no que también respondíamos mails. La cantidad de burradas que yo pude leer durante aquellos tiempos es auténticamente inenarrable. Conmovido por la tragedia de ver la lengua ultrajada de aquellas maneras, aun conservo flagrantes pruebas impresas (¡eso no se hace!) de cantidad de ejemplos que representan todo aquello que configura la tortura lexicosemántica más chunga del mundo. En serio, terror absoluto.

domingo, 8 de abril de 2007

Al otro lado del teléfono

En mis desventuras como telefonista, como nos llamábamos de manera burlona por la manera de referirse a nosotros de un cliente: Yo no quiero hablar con telefonistas... decía; me vi danzando entre situaciones que van desde ser el último eslabón de la estrategia de evasión judicial de una empresa, hasta otras en las que había de hacer frente de manera digna y justificada a todas esas publicidades no engañosas según la ley, pero que equivocan a todo el mundo en varios miles de euros cuando el proyecto de compra de un vehículo cobra forma en el seno de una familia.

¿Alguna vez habéis pensado como se siente un teleoperador? ¿Qué pasa por la cabeza del que está al otro lado del teléfono? ¿De que antes y después de atenderos a vosotros lo ha hecho y hará a otras decenas de clientes y que probablemente todos no sean tan educados y tranquilos como algunos de vosotros?

Sin ánimos de generalizar y basándome únicamente en mi experiencia, me atrevería a decir que cualquier persona con un mínimo de humanidad y sensibilidad tiene bastantes posibilidades de sentirse por momentos incómodo, inútil o incluso malvado, pues los días de trabajo en un centro de atención al cliente a menudo se suceden entre impotencias y rabias pasajeras tras “conversar” con docenas de clientes vejados por los que retuercen para su beneficio esta sociedad de consumo. ¿Queréis saber para que estamos ahí? ¿Cuál es nuestro verdadero cometido? Estamos para recibir los golpes de consumidores irritados en exceso y pagar por los errores, incompetencias e inutilidades de otros; para dar capotazos a los clientes a ver si se cansan y dejan de reclamar cosas que por sentido común, les corresponde; para cansarles antes de que lleguen a los juzgados y se conformen con una reclamación que en ocasiones no sirve para mucho y que en ciertos casos es desatendida; obtener los datos de los que llaman para saber el precio de un vehículo y poder así utilizarlos para mandarles publicidad; para responder por qué los algunos servicios oficiales de venta de vehículos y/o reparación de los mismos, se inventan excusas para sacar beneficios o ahorrarse una promoción y sobre todo para aturdir al cliente entre decenas de servicios subcontratados a los que poder desviarle para ir escurriendo el bulto...

sábado, 7 de abril de 2007

Ella

Incontables veces la he rechazado, he huido de su abrazo, de su calor. Jamás me lo reprochó. En lugar de ello, lejos del rencor, tras cada abandono me ha recibido con dosis remozadas de cariño.

Hoy, después de mi último abandono, me juro y perjuro que no volverá a suceder aunque sé que volveré a rechazarla y que ella me perdonará. Y que este ejercicio de imperfección ya perpetuado, volverá a saturar mi estabilidad mental en un tedio cíclico de imprevisibles repercusiones.

Hoy vuelvo a ella con fuerzas renovadas, ansiando su compañía y a la espera de que su dulce voz devuelva a la vida a este pobre desgraciado que no sabe vivir sin ella. A este ser pusilánime que olvida con frecuencia que sin ella mi vida hubiera acabado ominosamente tiempo atrás. Así pues amanece un nuevo día y mis manos vuelven a desear el roce de su piel. Deseo impregnarme de nuevo de su perfume y establecer esa relación biunívoca que certifica la simbiosis que en realidad nos une.

Gracias a ella he conocido mis mejores glorias. Es en su compañía cuando he sacado lo mejor de mí, lo único que realmente ha merecido la pena de todo cuanto he podido hacer.

Ella fue testigo de mis caídas, mis humillaciones y mis más profundas crisis. Me dio apoyo cuando el mundo se hundía bajo mis pies y cada vez que mis propios gritos amenazaban con ensordecerme. Cuando la desesperación me convertía en un ser abominable ella estaba allí para salvar mi espíritu, para rescatar de entre los escombros de mi mente mi concepto de autodefinición. La única que creyó en mí cuando lo único que yo podía hacer era aborrecerme. Mi guitarra.

viernes, 6 de abril de 2007

Maldita tecnología

Al parecer la el Panel Gubernamental del Cambio Climático de la ONU ha cerrado el informe concerniente a las consecuencias del cambio climático. Entre los resultados que se mencionan parecen destacarse ciertas previsiones como son: que la temperatura aumente entre 1,5 y 2,5 grados, que suba medio nivel del mar y que se extinga el 30% de las especies. Casi nada.

Con la revolución industrial, generadora del desarrollo tecnológico, la humanidad se sumió en el sendero de la polución y la vejación del entorno provocando efectos colaterales tales como la extinción de especies animales y vegetales más antiguas que la del artista, o la tala indiscriminada de árboles entre otros.

Si miráramos desde arriba, desde donde dicen que está dios, y pudiéramos ver la evolución de nuestro planeta desde que dejamos de ser simios, quizá podría decirse que todo estaba en armonía natural hasta que una aberración autodenominada ser humano comenzó a utilizar demasiado sus pulgares y como consecuencia su cerebro. Es curioso pensar como un ente producido a raíz de una serie de condiciones consideradas ideales para que se conformara la vida, evoluciona (involuciona más bien) hasta influir en ellas e incluso modificarlas. Como prueba no hemos de hacer otra cosa que remitirnos al cambio climático del que ya somos testigos. ¿No da la sensación de que en la perfecta ecuación del planeta tierra el ser humano sea el elemento díscolo? ¿Aquel destinado a pasar a la historia universal como auténtico diablo por erradicar la vida en este planeta? ¿Acabaremos extinguiendo toda la vida antes de tiempo ó sólo nos se irá nuestra especie al garete? ¿Tenía razón el malo de aquella trilogía cinematográfica de buenas intenciones en el inicio, curiosos refritos y un flojo desenlace a ostias entre superguerreros? ¿Somos una plaga? ¿Somos el cáncer del planeta? ¿Somos la enfermedad que lo azota, o la cura que ha de iniciar un nuevo orden natural que propicie el cambio? ¿Y si formamos parte de un proceso biológico que, a modo de arma se servirá de nosotros para cambiar el paisaje terrestre y sus formas de vida en una programación universal que se halla fuera de nuestro entendimiento y conocimiento? ¿Somos un proceso previsto, o parte de un proceso de autodefensa que se basa en que si un organismo evoluciona bastante como para poner en peligro el planeta, lo hará hasta desaparecer y dejarlo tranquilo?

Me gusta pensar que es así, pero dejando un pensamiento de esperanza para la Tierra, diré: que llegue pronto.

jueves, 5 de abril de 2007

Eritrea Prohíbe la ablación

Resulta que, para aquellos afortunados que no hayan tenido la desgracia de saberlo (dicen que la ignorancia es la felicidad, y estoy dolorosamente de acuerdo con ello), existe una aberrante práctica en ciertos países africanos (y otros varios) que consiste en la extirpación (o ablación) de los órganos genitales femeninos. A falta de conocimientos a cerca de las razones que llevan a este comportamiento, pues no hay nada que pueda justificarlo, podemos calificar de tal atrocidad como retrasada, absurda y muy contraria a la lógica humana. Todos los calificativos o intentos de condena escribibles o gritables posibles se quedarían cortos para calificar o condenar este procedimiento.

A lo que voy con todo esto es, que por lo visto, en uno de estos países en los que el 90% de las mujeres han sufrido esta mutilación sexual, el gobierno ha decidido prohibirla. Genial, todo perfecto pero… ¿porqué? ¿Por qué han decidido poner fin a esta brutalidad incomprensible? Lo normal sería pensar que un ataque de coherencia, de respeto, de racionalidad, o de simple cordura, ha golpeado los pilares del pensamiento de los gobernantes de este país; o que por arte de magia se han dado cuenta de que han estado haciendo una barbaridad que no solo no se corresponde con el tipo de vida de los tiempos modernos, si no que ni apelando a toda la incultura y atraso del mundo de todas las civilizaciones antiguas sería aceptable; o el hecho de comprender que de manera incuestionable la mujer ha de gozar del mismo derecho del hombre para disfrutar de su cuerpo, y poder desarrollar su sexualidad tal y como la naturaleza ha decidido que morfolóficamente ha de ser. Pues NO. No ha sido nada de eso. Lo han hecho por razones médicas. Con palabras más exactas: "Esta práctica produce dolores y sufrimientos considerables a las mujeres y puede llegar a amenazar a sus vidas". Alucinante.

Según calcula la organización mundial de la salud, 140 millones de mujeres han corrido esta suerte. Los mismos 140 millones de latigazos que merecen todos los que practican, permiten y aprueba tal monstruosidad. Éstas son las cosas que me hacen odiar la raza humana… que asco damos.

Apunte: La palabra ablación por sí misma no quiere decir la extirpación de los órganos genitales de la mujer. En términos médicos ablación es la acción y efecto de extirpar una parte del cuerpo. Es curioso que no exista el verbo ablar. Lo comento porque tengo la sensación de que en español el significado de esta palabra se ha contaminado por el uso en este contexto (este fenómeno tenía un nombre... maldita memoria), y tengo la sensación de que inconscientemente cuando oimos "ablación", automáticamente pensamos en esto ya que creo que los medios de comunicación sólo la usan en este contexto, y por lo menos yo no la había escuchado antes.

martes, 3 de abril de 2007

Ilegalización de Batasuna

Yo pienso que en todo esto hay un grave problema de confusión de términos. Es muy bonito el ideal de estado de derecho y supuestas libertades en el que creemos vivir. Parece que muchos no han entendido estas palabras en su justo sentido.

Vivir en un estado de derecho no significa libertinaje infinito. Mi visión radical de las cosas y mis pensamientos un tanto descarriados y a veces anarquistas, son quimeras que se pasean por mi cerebro como reacción a la realidad. Por muy democrático que sea un estado, por muchas libertades que se diga que hay, tiene que haber unas normas de conducta. Una sociedad no funciona si no hay unas reglas, y por su puesto las hay queramos verlas o no, y tiene que haberlas queramos aceptarlo o no, pues ha de ser así por el bien de la mayoría ya que el método dictatorial ni funciona ni satisface y el opuesto por simple lógica tampoco. No se trata de visión, ni de izquierdas y derechas, ni de nacionalismos, ni de ridículas posturas políticas con las que tanta gente sin personalidad trata de identificarse porque su vida está vacía y no saben que hacer de ella. Es una realidad objetiva, hacen falta reglas sociales y de comportamiento, y permitir la legalidad de un partido claramente vinculado a ETA, es una burla a la sociedad y a la coherencia además de un insulto a las familias de aquellos que han sido asesinados y una falta de respeto a ellos mismos.

No se trata de una postura nacionalista, ni fascista, ni ninguno de esos adjetivos tan chulos y que tanto llenan la boca de quien encuentra apropiados meterlos en las conversaciones para satisfacer sus convicciones políticas demonizando o tiñendo de perversidad los actos ajenos. Nada de eso, se trata de una postura de coherencia. Es tan simple como pensar: ¿como estado apoyamos la existencia de un partido que respalda políticamente el asesinato? Dejar de nuevo a Batasuna reencarnarse quizá no es un paso atrás, pero jamás será un paso adelante. El estado español, como cualquier estado, es un organismo que avanza hacia una unidad y una organización de asesinos no es más que una clara afrenta a la libertad, ¿estamos poniendo en una balanza coartar la libertad de la formación de un partido y en el otro la del derecho a la vida? Creo que no hay parangón posible, pues si la ilegalización de este partido puede ayudar en un futuro a minar a esta organización, ha de hacerse sin lugar a dudas.

España se ha comportado como un niño torpe durante muchos años frente a este problema por culpa de la herencia franquista y los miedos infundados por las consecuencias de acciones más radicales. Podemos seguir viviendo en el país de las maravillas, pensando que vivimos libres y democratizados, dejando que cualquier aberración surja de la nada para reclamar una porción de su retorcida versión del libertinaje democrático. Cuanto más transigente es un estado, más peligra su integridad y el estatus de la ciudadanía, pues el precio a pagar por la pluralidad, la libertad de expresión y la de acción. Si el sabio huye de los extremos, por algo será…

Lo más triste de todo es que pese a tanto revuelo y tanta queja, las razones para la ilegalización son bastante simples y obvias, y parece ser que rodear con facilidad estos inconvenientes que impiden la creación del partido, es tan sencillo que muy probablemente consigan su propósito cambiando un par de tonterías, eso suponiendo que esas firmas que están recogiendo no fueran suficientes.

Prohibición de la manifestación de Luis Jesús miranda, alias “anticristo”

Otro ejemplo de comportamiento antidemocrático en un país democrático. ¿Cómo un país de supuestas libertades democráticas puede enfrentarse al hecho de prohibir una manifestación?. ¿Acaso podrán tener su derecho a manifestarse en otro momento, o es un ejercicio reservado a aquellas manifestaciones acordes con lo que se espera de una sociedad?

Se espera de un estado, de sus poderes y de sus fuerzas del orden, no que den el visto bueno a un un determinado tipo de manifestación, no ya sin que puedan llegar a entenderlo, si no incluso estando completamente en desacuerdo, ya que en eso radica el estado democrático. Lo curiosamente absurdo es que se impida esta manifestación y se permitan otras claramente ligadas a la ideología, o apoyo a la ETA, por poner un ejemplo. Si seguimos así demostraremos que España puede estar a la altura de EEUU en cuanto a número de incoherencias coexistentes bajo la misma frontera.

A fin de cuentas aquí no entramos a valorar si estamos de acuerdo o no, o si consideramos de flagrante ridículo este propósito manifestarotrio del círculo (grande al parecer) de seguidores de un tipo que se hace llamar el Anticristo y que no es más que un oportunista que está sabiendo hacer dinero a base de donaciones voluntarias. Para colmo, los propios integrantes de este grupo ideológico (si es que llega) aseguran que no es una secta, ya que no pagan nada y no son separados de sus familias, como si no fuera que el hecho de formar una sociedad ideológica o religiosa para ganar adeptos y ganar dinero con ello no pudiera considerarse ya como una. Casi nadie hace algo gratis, ¿a qué propósito sirven estas donaciones si no a otro que a mantener a este tipo en un buen nivel de vida sin dar palo al agua?
Me pregunto si el peso de ciertos poderes invisibles, pero existentes, no habrán sido los únicos responsables de esta prohibición, pues de todos es sabido que cuando a la religión, y en este caso a la católica, se le atraviesa algo o alguien…

Tarifa plana para beber en Alemania

Me resulta verdaderamente inimaginable que un país de la talla de Alemania (la primera economía de Europa y el 5º país en PIB), haya podido tan siquiera permitirse el lujo de no prohibir la aberrante maniobra que han iniciado locales de copas y discotecas: Tarifa plana de alcohol. Es una vergüenza que un país de tanta importancia y relevancia a nivel europeo y mundial pueda permitirse el lujo de dejar que sus inconscientes adolescentes puedan matarse mucho más rápido y por mucho menos dinero.

Se dice que no se vende alcohol a los menores, al menos tal es la ley, pero eso por desgracia es mentira; pues o bien otras personas lo compran por ellos, o bien engañan, o bien en estos locales hacen la vista gorda. La realidad no es simplemente que menores de edad beben alcohol, lo cual ya es gravísimo, si no que se ponen hasta el culo abandonándose a las sendas de la alcoholización sin tener el suficiente cerebro o madurez como para ponderar el peligro potencial que esto encierra. (de ahí la prohibición expresa de consumo hasta los 18 tacos). Está claro que este colectivo es el más perjudicado con diferencia, pues para el que quiere beber, quizá la principal barrera inconsciente no sea otra que el dinero ya que ponerse ciego requiere petrodólares que dar a cambio de esos caldos nocivos y es por esto que si tomamos en cuenta que los jóvenes de 15, 16 o 17 años normalmente cuentan con un muy reducido margen monetario para maniobrar, es aquí donde claramente aprovechan de este maravilloso sistema.

Lejos de creer que esta medida solo es perniciosa para estos inmaduros débiles de mente y faltos de personalidad que son los adolescentes, diré que sin duda es una nefasta, absurda e inconsecuente idea fruto de mentes seriamente trastocadas que no han sabido prever las consecuencias de su irresponsabilidad humana.

En mis más retorcidos y rebuscados pensamientos, esos que tratan de buscarle un sentido a todo, me dije: quizá solo se trate de una medida de limpieza de la ciudadanía alemana, purgando así a los débiles (de voluntad o mente) de la sociedad para que no transmitan su pervertido material genético...; pero sería de extrañar de un país que necesita de jóvenes para trabajar ya que con el no crecimiento de la población en el que según dicen está inmerso (toda Europa de hecho), en caso de mantenerse acabaría con el pueblo alemán para el 2300.

lunes, 2 de abril de 2007

300: La película fascista...

Yo es que no paro de alucinar de cómo ciertos individuos pueden tan siquiera pensar que 300 es un filme con contenido fascista, e incluso nazi como he podido leer en algunos comentarios.
Para explicar este fenómeno sin sentido he pensado en 3 posibilidades:

1 – Subnormalidad
2 – Borreguismo
3 – Agitar a las masas

En cualquiera de los casos expuestos creo que se pone de manifiesto el fracaso humano, otro ejemplo más de cómo avanzamos en tanto que raza, a un inexorable y merecido fin; pues o bien la gente no sabe usar su cerebro correctamente, o no es capaz de impedir que le digan como han de hacerlo, idea que nos lleva al tercer grupo.

En cualquier caso me gustaría saber si tan si quiera se pueden justificar estas aseveraciones sobre el filme. Aducir que existe algún tipo de discriminación hacia algún determinado grupo racial se hace arto complicado, si tenemos en cuenta que los supuestos “fascistas” son objeto de un intento de extorsión y de un conato de invasión (no sé que pasó históricamente después de aquello), y que no son precisamente blancos de piel. En cualquier caso he llegado a pensar que quizá la lógica de todo esto se disponga de manera en la que sean los “malos” de la película los que irradian este tipo de actitud fascista con respecto a aquellos a los que pretenden invadir.

Polladas a parte creo que hay algo bastante claro, y es que si analizamos cualquier conflicto histórico, que en la mayoría de los casos habrán sido provocados por afán de conquista, podremos encontrar ejemplos de discriminación hacia los otros pueblos, o de un rechazo tangencial totalmente justificado contra los invasores.

Sobre la fidedignidad con la realidad, no tengo mucha idea y supongo que los entendidos podrán constatar un buen número de cagadas, o licencias, que diferencian aquella distanciada realidad del filme. En cualquier caso, pienso que no hay que tratar de buscar muchas similitudes entre la realidad pasada y esta ficción ya que no es otra cosa, pero supongo que puede ser más duro de aceptar

No he leído el cómic y en cualquier caso para criticar la película supongo que no es imprescindible mientras no se trate el aspecto de la adaptación en sí.
Para mi como película es mediocre. Lo que quiere decir que está por encima de la media de la mayoría de basura cinematográfica con la que nos bombardean desde EEUU. El guión es convencional con accesos poéticos, lo cual se agradece; el maquillaje y el vestuario es correcto y el tratamiento de la imagen y la fotografía brutal. Es aquí donde la película hace su verdadero hincapié, donde probablemente para resaltar la esencia de cómic de la que se nutre, se traza un nuevo horizonte que fue abierto por películas como Gladiador, Pich Black o Vidoq, y que se lleva mucho más allá.

Personalmente creo que se trata de una película exquisita de visionar por su calidad visual y una más que correcta dirección matizada con algunas escenas magistrales. A nivel general considero que como película (de manera completa) no tiene un gran mérito pues el guión ha sido adaptado de un cómic que a su vez está basado en un hecho histórico reinterpretado.

La he metido en el cajón de películas que hay que ver (sobretodo en cine), pero que no te van a asombrar más allá de las cuencas oculares, pues no hay carga argumental ni un elaborado trabajo de guión.

Los compañeros

Compañeros: dícese de individuos como tú que el destino ha llevado a trabajar a contigo y que muy probablemente no tengan absolutamente nada que ver con tu persona.

Es curioso como, siendo un poco asocial de tintes misóginos y un bien cultivado lado misantrópico, no sólo conseguí buenos amigos en aquel trabajo, si no una relativamente buena relación con los compañeros. Relacionarse con gente que no has elegido, no es tan sencillo como parece y eso es algo que seguro que todos pueden afirmar, y más teniendo en cuenta los especimenes a los que yo estuve expuesto. Teniendo en cuenta los compañeros cercanos y los lejanos aquello parecía cuanto menos el circo de los horrores venido a menos.

Trabajé en Francia para una marca de automóviles que aglutina a los servicios de mareo del cliente de los diferentes países en una misma ciudad. Nosotros, los españoles y los catalanes, (risas) compartíamos planta con italianos y portugueses, aunque más tarde se nos trasladó a todos junto con los Alemanes.

En este extracto me centraré en los lejanos, es decir aquellos compañeros que trabajaban para otros países.

Jean, portugués; era un cuarentón sabelotodo que no tenía problema en meterse en todas las conversaciones para sentar cátedra con una opinión a veces bastante alejada de la realidad. Para colmo el tío tenía un culo enorme, a pesar de no podérsele considerar una persona de peso, razón por la cual le apodé Juan Culón.

Sergio, un tipo con exceso de extroversión que siempre se empeñaba en saludarte a todas horas y estrecharte su mano sudada aunque tú no quisieras. Además teníamos la impresión unánime de que albergaba algún mal tras aquella cara demacrada y el exceso perfume. Esto último era especialmente incómodo cuando entrabas en la sala de pausa y notabas una desagradable mezcolanza con el olor a comida. Vale que oliera a pescado recalentado a microondas, a fin de cuentas es el espacio reservado para comer, pero a Hugo Boss... como que no. Por otro lado esto se tradujo en ventaja, pues gracias a esta presencia odorífera, era posible advertir su presencia en las cercanías para así poder ejecutar alguna maniobra evasiva.

La porky, de quien nunca supe su verdadero nombre, era una tipa bajita, regordeta y algo glotona, que tenía morros de cochino. Para “arreglarlo” se le ocurría que lo mejor que podía hacer era traerlos pintados de rojo de labios Meretriz Factor, lo cual resaltaba más aún sus cualidades porcinas... La tía comía la mitad del tiempo en el MC Donalds y la otra mitad ensaladas para compensarlo. Recuerdo el día del concurso de pasteles, en el que entre repartir y repartir, debió comerse más o menos la mitad del suyo.

Marianna, una italiana que por desgracia hablaba español y que era más pesada que una mosca en una mierda. Lo peor que podías hacer era preguntarle algo, entonces sabías que tendrías tortura para horas. Con un lado un poquillo facha, llegó un momento en que sus conversaciones siempre giraban en torno a lo mismo, sus desacuerdos con los supervisores, la dirección, que si sus derechos... Los demás nos dejábamos pisar sin abrir mucho la boca, como es normal, y a ella la acabaron despidiendo como es normal también.

La Any, otra italiana con ciertos desrreglajes alimenticios que todas las mañanas llegaba con la cara como una paella de granos, y que unas horas más tarde habían desaparecido sospechosamente. La magia del asunto estaba en que entre llamada y llamada la tía se repellaba una capa de maquillaje para equilibrar el diferencial de relieve de los granos con el resto de la cara. Eso además de hacerse la manicura, las pestañas, las cejas y dios sabe cuantas cosas más...

Servicio de atención al cliente

En muchas ocasiones se han criticado estos servicios llamados a menudo de “desatención al cliente”, y con razón. Por suerte o desgracia me he visto trabajando en uno de estos servicios durante algo más de un año, y he alucinado mucho más de para lo que estaba preparado. Ingenuo yo, creía que lo de atención al cliente iba en serio y el desengaño fue llegando paulatinamente por el curso de los acontecimientos.

Como en muchos trabajos, antes de empezar recibí una formación, pero sucede que en muchas ocasiones estas formaciones vienen a tener el mismo propósito que las prácticas de conducir, que no es enseñarte a conducir si no a circular. La verdadera formación, el verdadero aprendizaje, viene con el rodamiento diario que no es otra cosa que una asimilación progresiva y paulatina de conocimientos y automatismos.

Al principio de desempeñar esta labor me esforcé con denuedo por hacer lo que consideraba correcto. Cuando coges el teléfono “nunca sabes lo que te va a tocar”, y menos al principio, por lo que cada llamada es un generador de inseguridad y dudas en las respuestas. Producto de esto y viendo que algunos de mis compañeros que llevaban varios años en aquel trabajo daban respuestas sensiblemente diferentes a lo que yo había creído aprender en la formación, me decidí a constatar cada información dudosa con alguno de mis supervisores. Podemos decir que recurría con frecuencia a este contraste y sucedió que en el momento de la renovación de mi contrato CDD, me dijeron que no sería de un CDI como para el resto de compañeros que entraron conmigo, sino que sería otro CDD de prueba ya que mi evolución no había sido la esperada. Según la argumentación de mi supervisora, el hecho de preguntar tanto evidenciaba que tenía demasiadas lagunas de conocimientos en comparación con mis compañeros y que debía mejorar ese aspecto de cara a una posible renovación posterior. Yo me quedé perplejo. La argumentación me cogió tan de sorpresa que todas mis sinapsis se quedaron bloqueadas.

Tras aquella entrevista y haber recuperado la total funcionalidad de mi materia gris, reflexioné intensamente sobre aquello. Me afectó, y más aún, me afectaba que me afectase. Aquel trabajo no me interesaba para nada. No era acorde con mis estudios y no era de vital importancia continuar trabajando en aquello. Pero mi orgullo había sido herido, se me había echo pasar por un imbécil y ni siquiera fui capaz de alzar una palabra en mi defensa, lo cual me acercaba más aun al genuino concepto de la estupidez, que en definitiva era lo que más jodía. Mientras pensaba todo aquello en soledad, más me enfadaba conmigo mismo por mi discapacidad anterior, por no haberle vomitado todo lo que pensaba a aquella persona y haberle dicho claramente: ¿Se dan cuenta de que me están “castigando” por tratar de hacer bien mi trabajo?, ¿Llega a parecerle normal o simplemente se queda en el absurdo?

De modo que me tenías allí, preocupándome por cada respuesta dada, cerciorándome de si estaba haciendo lo correcto y cuestionándome una y otra vez si estaba dando la imagen esperada, en vez de hacer como algunos compañeros que en ocasiones daban respuestas desfasadas o simplemente incorrectas. Y como reconocimiento a ello obtuve una patada en las pelotas y una argumentación de quinceañero pajillero para deglutirlo. Lejos de criticar fácilmente a esta persona, me centraré en el quid del asunto, en la “moraleja” de este cuento sarcástico que me hizo comprender mi cometido en aquel lugar: Comprendí que yo no estaba allí para prestar atención ninguna al cliente sino que para responder al teléfono y punto; para corresponder con un cuadro de objetivos específicos como atender 5.1 llamadas por hora, con un tiempo de tratamiento de llamada inferior a 6.30 minutos, un tiempo de descuelgue inferior a 9 segundos y otras muchos factores que me sumergían en un mundo de estadísticas, frío y solitario, desde donde los gritos de aquellos que solicitaban atención, ajenos a tanta parametrización, quedaban ahogados tras un muro de números y de supuesta profesionalidad.