jueves, 14 de febrero de 2008

San Valentín

Nos encontramos en una de esas fechas que los comerciantes, sobretodo los floristas, esperan con impaciencia: San ValeDINEROntín.

Aunque es una festividad con orígenes no comerciales, se ha convertido con el tiempo en una buena oportunidad para convencer a la gente a gastar dinero por una buena causa: El amor. Pero me resulta curioso la antítesis que se desprende de este día tan comercial, pues el amor es algo puro que se da libremente desde el corazón y el dinero esa sustancia sucia que envenena nuestra sociedad. Imagino que con el tiempo nos harán fiestas comerciales por cualquier cosa. El día del abuelo, el día del nieto, el de la suegra, el del yerno, el del amante… Miro al futuro con inquietud y me pregunto que fiestas habrá dentro de 20 años. ¡La fiesta del pollo verde! ¡Pintemos los pollos con spray color moco y vendámoslos 5 veces más caros como el símbolo de la suerte!

Por desgracia, indudable es que hoy en día se trata de un día sacadineros, y huelga decirlo pues todos deberíamos saberlo a estas jodidas alturas... “Demuestra que la quieres”, y otros epígrafes similares nos avasallan desde hace días. Pero yo capto otro matiz por el que desde mi punto de vista esta celebración (como otras) se evidencia como algo vacuo y sin sentido. ¿Por qué demostrarlo precisamente hoy? A mí juicio se trata de una manifestación sin valor, ya que carece de iniciativa propia y de la espontaneidad que hace de este recordatorio algo especial. La sociedad nos dice que hoy tenemos que regalar algo a la persona amada para hacerla partícipe de ello, como si fuéramos seres sin capacidad de elegir y razonar, sin sentimientos propios, ya que necesitamos que nos recuerden que es el día en que tenemos que demostrar nuestro amor. ¿Qué sentido tiene hacer algo que no ha nacido de tu propia necesidad para llevarlo a cabo, sino que te han instado a hacerlo? Yo creo que un sentimiento bello y sincero nace del momento adecuado para expresarlo, no de una imposición predeterminada. No puedo verlo más que como una hipocresía vil, pero lo peor quizá, es que es muy triste.

2 comentarios:

rubenstrot dijo...

Me alegra que tu también hayas vuelto.

Francisco Bravo (Bulldozzzer) dijo...

Eyy ese Rubén de la puebla... Joer macho que dejaos nos tememos. Esto no puede ser...